MECANISMOS COMPENSADORES I

MECANISMOS COMPENSADORES I

Se ha dicho ya que el cuerpo sano intenta compensar la pérdida de volumen. La perfusión de los tejidos depende de la existencia de un GASTO CARDÍACO adecuado. El gasto cardíaco es la cantidad de sangre bombeada por el corazón por un minuto. Su valor normal aproximado es de 5 litros por minuto en un adulto de 70 K de peso. El gasto cardíaco depende de la cantidad de sangre bombeada en cada contracción (volumen de eyección) del ventrículo izquierdo, así como el número de veces que el ventrículo se contrae en un minuto (frecuencia cardíaca). Para el mantenimiento del gasto cardíaco en una situación de pérdida de sangre es necesario que se incremente la frecuencia cardíaca o el volumen de eyección. Los vasos sanguíneos también presentan constricción con objeto de reducir el volumen del CONTENEDOR. Los vasos sanguíneos que transportan sangre a tejidos no esenciales se contraen antes que los vasos que transportan sangre a los órganos vitales.

Este mecanismo reduce el aporte de sangre a la piel, los músculos y el tracto gastrointestinal, antes que el aporte a otros órganos de mayor importancia. Los mecanismos compensadores tienen un límite. Cada persona presenta una frecuencia cardíaca máxima y un volumen de eyección máximo. Por otra parte, cuanto mayor es la frecuencia cardíaca, menos tiempo hay para el llenado ventricular, por lo que en las situaciones de frecuencia cardíaca muy rápida el volumen de eyección disminuye por debajo de sus cifras normales, con el consiguiente compromiso de la circulación.

Los pacientes en situaciones de SHOCK compensados presentan una presión normal o casi normal debido al incremento de la frecuencia cardíaca y de la contrición vascular. Sin embargo, estos mecanismos se ponen en marcha a expensas de la perfusión tisular. El SHOCK no compensado es el que presenta un paciente que ya no puede mantener su presión arterial debido a la pérdida o agotamiento de los mecanismos compensadores.