¿ Cómo se diagnostican ? Las Heridas.

¿ Cómo se diagnostican ?

Lo primero es realizar una valoración del estado general del paciente (si esta consciente, si respira, si tiene pulso, etc). Si la situación del paciente presenta algún riesgo para su vida, se debe avisar a urgencias. Se derivará a un centro sanitario cuando:

• La herida afecte a la capa interna de piel, a otros tejidos o a órganos internos.
• La herida afecte ampliamente a las manos y a la cara, o afecte a ojos, nariz, boca, genitales, etc.
• Si son heridas punzantes en tórax, abdomen y articulaciones.
• En el caso de heridas “en scalp” que producen gran despegamiento y sangrado.
• En heridas por armas de fuego.
• Cuando sean heridas extensas y/o profundas producidas por mordeduras de animales o humanos.
• En heridas con abundante tejido desvitalizado o con sospecha de cuerpos extraños profundos.
• En el caso de fracturas abiertas asociadas a una herida o en el caso de amputaciones.

En todos estos casos se realizará compresión de la herida, si existe hemorragia, utilizando gasas estériles o un paño limpio. Se cubrirá con un apósito estéril y se derivará al hospital para su valoración por el especialista correspondiente.
Si la vida del paciente no corre peligro, centraremos la exploración en los siguientes parámetros:

• Sangrado o hemorragia: varía según el tipo de herida, las heridas incisas y las denominadas “en scalp” son las más sangrantes. Si el sangrado es pulsátil y de color rojo brillante, indica que ha sido seccionada una arteria, por el contrario si la sangre fluye lentamente y es de color rojo oscuro, habrá sido seccionada una vena. El sangrado cesará si aplicamos una compresión manual o un vendaje compresivo directamente sobre la herida, y elevamos la zona afectada por encima del nivel del corazón. Hay casos en los que será necesaria la sutura de la herida para detener el sangrado.
• Movilidad y sensibilidad: debemos valorar este parámetro para descartar secciones de nervios o tendones en la zona afectada, sobretodo si la herida está situada en articulaciones o en extremidades. Podemos encontrarnos con:

- Sensación de hormigueo, acorchamiento o disminución de la sensibilidad en la zona distal: que puede indicar sección de un nervio o falta de riego sanguíneo.
- Disminución de la temperatura de la zona afectada: puede indicar rotura de vasos sanguíneos.
- Coloración pálida y/o azulada: puede indicar un compromiso vascular

• Separación de los bordes de la herida: si los bordes de la herida aparecen separados sin aplicar tensión quiere decir que estamos ante una herida profunda o ante una herida que ha perdido tejido. Son heridas que necesitarán sutura.
• Tiempo de evolución: es el tiempo que ha pasado desde que se produjo la herida hasta su tratamiento. Este parámetro nos indicará si la herida debe ser considerada limpia o sucia (cuando han pasado de 3 a 6 horas desde que se produjo la herida).
• Presencia de cuerpos extraños en la herida:

- Cuando son pequeños y superficiales se pueden retirar con abundante agua y jabón o con unas pinzas.
- Si son más voluminosos, han penetrado profundamente en la piel, se encuentran en zonas delicadas (como los ojos) o no salen con el lavado, se ha de ocluir la herida con un apósito y derivar a un centro sanitario.
- En heridas producidas por objetos de madera, no lavar ni irrigar con suero hasta extraer las astillas, ya que el agua puede provocar que se hinchen o se deshagan, lo que dificultará su extracción posterior.