viernes, 24 de mayo de 2013

¿Cómo se diagnostica un cálculo renal?

 
Generalmente, los cálculos más pequeños no producen síntomas y en ocasiones son descubiertos por casualidad mientras se están formando mediante la realización de un análisis de orina.

Un elemento importante es que actualmente con la masificación de los métodos diagnósticos de imágenes como la ecografía o la tomografía computada, cada vez se encuentran más cálculos en personas asintomáticas. Esta situación se denomina hallazgo incidental.
Los cálculos renales pueden no manifestar síntomas hasta que comienzan a bajar por los conductos (uréteres) a través de los cuales la orina sale de la vejiga. Cuando esto sucede, los cálculos pueden bloquear el flujo de orina fuera de los riñones.
Esto ocasiona dilatación de las cavidades del riñón provocando dolor, el cual generalmente es fuerte.
Los exámenes para determinar la presencia de cálculos renales incluyen:
  • Análisis del cálculo para mostrar de qué tipo es
  • Nivel de ácido úrico
  • Análisis de orina para ver cristales y glóbulos rojos en la orina
Además, los cálculos o una obstrucción del uréter pueden observarse en exámenes de imágenes como:
  • Tomografía computarizada del abdomen
  • Resonancia magnética del abdomen/riñón
  • Radiografía del abdomen
  • Pielografía intravenosa (PIV)
  • Ecografía del riñón
  • Pielografía retrógrada
La presencia de esta enfermedad en la población general ha aumentado porque los especialistas los detectan en fases más tempranas, producto del mayor acceso a estos métodos de examen. Además se estima un aumento real de la enfermedad debido a la forma de vida que impera sobre todo en las sociedades occidentales.









Dr. Antonio Dela Vega.

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